Ms. Zupan-Dover me ha venido a visitar (y ya se ha ido). La fui a buscar a Victoria el jueves por la noche y de la emoción al verla, casi me atropella una grúa. “Would you PLEASE look where you go before you step, ma’am?” me espetó el operario de turno. Muy polite él, poniéndole el ma’am (madam para los amigos) al señor grito que me dio. Y mientras esperaba conocí un borracho que creía que yo era canadiense como Justin Bieber y una de esas españolas que se han cansado de no encontrar trabajo en nuestro país y han venido a Londres. Cito: “Si no encuentro trabajo, al menos habré aprendido inglés”. Nos vemos dentro de dos meses, nena. A ver si sabes decir algo más que Latte y Cappuccino. Pobrecilla.
Total, que ha venido Gaby. Y la llevé a ver el Priscilla, queen of the desert, un musical que cuenta la historia de tres Drag Queens que cruzan el desierto Australiano en autocaravana y que resulta que era su película favorita cuando era una niña. Tremendo. Divertidísimo. Hilarante. Sonaron desde I will survive hasta Gimme! Gimme! Gimme! pasando por todos los gay anthems de la historia. Un vestuario magnífico y unos bailarines estupendos que salieron vestidos de brochas, cupcakes o mecánicos. Ideales. Ya sabemos de qué nos vamos a disfrazar en carnaval. Highly recommended. El gentleman sesentón que teníamos al lado la calificó de smutty, que según el mismo caballero, significa “dirty, but not quite”. Casi obsceno, vaya. Y es que entre otras cosas, una chinita tira pelotas de ping-pong con la vagina (but not quite).
También paseamos por South Kensington, Chelsea y el Soho, desayunamos huevos revueltos y tostadas en casa de la yaya, fuimos a Portobello, nos congelamos en Regent’s Park (quin fred fa, señores. Tendré que comprarme un disfraz de oso polar), salimos de fiesta el viernes, hubo barbacoa en Dorset el sábado… y el domingo por la mañana se fue, después de bañarse en una marmita de café. Y ahora me falta un brazo, porque Zupan es mi quinta extremidad. A todas estas, se muere de ganas de volver, que lo sé yo.
Algo que no viene al caso es que Edu me ha prometido que me pondrá unas escaleras que vayan de mi ventana (High Dorset) a la terraza del piso de abajo (Low Dorset). Manel ha dicho que les prenderá fuego. Lo que no sabe es que serán de acero y retráctiles, así que tendrá que buscar otra manera de deshacerse de ellas. Me ha dicho que menos un perro, puedo pedir lo que quiera. Así que...Edu Noel...quiero una máquina teletransportadora.